Ya sé que es una necesidad escaparme por las noches hasta los barrancos de Lima, quedarme allí de pié en el jardín de la parte superior del barranco, frente a la oscuridad del océano y la fuerte brisa marina que transpasa mi persona y llega hasta mi alma... la llena de nuevo y valió la pena haber caminado tanto.
En ese momento le preguntaba a mi cabeza:
- ¿Qué pasaría si por algún motivo mi cuerpo se desplazara levemente entre el barranco y el suelo?
y ella tan sorprendente me respondió:
- La ley de la gravedad te absorbe, caes y rebienta tu cuerpo contra las piedras. Muerte instantanea, dolorosa y desagradable. Prueba un cóctel de fármacos (oxycodona, hidrocodona, diazepam, temazepam, alprazolam y doxylamina), muerte dulce y segura.
Pero no tengo intención de morir todavía, de momento tengo mucho que discutir con muchas personas y de hacer conocer mis ideales sin imposición (obviamente)
Y ¡vamos allá! poco inspirador... muy relajada, el sueño invade mi mente y me voy, me voy!Mañana a las 7 sonará el despertador con la misma aburida, monótoma y repetitiva melodía de siempre... ¿por qué no se la cambio? No lo sé, se llama masoquismo.
martes, 26 de febrero de 2008
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